DEIMLING, BARBARA
A la luz del patrocinio de la poderosa familia Medici, un conjunto de obras seculares y religiosas y contribuciones a la mundialmente famosa Capilla Sixtina, Sandro Botticelli (1444/45-1510) parecía destinado a la fama. Sin embargo, después de su muerte, su obra quedó eclipsada durante unos cuatrocientos siglos y no fue hasta el siglo XIX cuando el pintor comenzó a obtener el debido reconocimiento histórico-artístico. Hoy Botticelli es considerado un gigante del Renacimiento florentino temprano. Sus obras profanas, como El nacimiento de Venus y Primavera, se encuentran entre las pinturas más conocidas del mundo por el esplendor de detalles refinados, líneas elegantes y equilibrio compositivo. En las dos pinturas, las figuras, plácidas y sensuales al mismo tiempo, están dispuestas en una disposición fluida pero compuesta. Venus, en particular, está indicada como ejemplo de icono de belleza histórico-artística gracias a la palidez de la tez, la gracia de los rasgos y la suavidad de las formas, presagios de la fertilidad. Esta introducción indispensable presenta una selección de las obras fundamentales de Botticelli para comprender la clave del éxito de una figura legendaria del Renacimiento. Analizando las escenas mitológicas y alegóricas más famosas del pintor, así como sus radiantes obras de carácter religioso, descubriremos a un maestro de la figuración, el trazo y el movimiento que ha llegado a inspirar a artistas tan diversos como Edgar Degas, Andy Warhol, René Magritte y Cindy Sherman.