BRACHO, CORAL
Un lugar: Marfa, en el estado de Texas, y una mirada forastera que lo recorre apacible, deteniendose solo el tiempo necesario; como si quisiera, rozandolos apenas, nombrar los seres y las cosas que lo habitan.Una contemplacion en mudanza y asombro permanentes, por instantes identica a la vida que ahi, en ese espacio, alienta.En este nuevo libro, Coral Bracho se interna por esa tierra de larguisimas sombras llevando la luz indispensable, la claridad de su palabra. La poesia es entonces un impetu sosegado, una vibracion, un estado del alma, y traza esplendidas minucias que se desvanecen en el aire, mientras su hondura, su tenue realidad, nos toca y se queda. Tres arboles, un cipres, un enebro y un pino, son los ejes imantados en torno a los cuales transcurren las cosas: los errabundos camiones, las lentas trocas, un largo e inolvidable tren como un animal que huye; voces de niños y de pajaros, insectos, la menuda hierba, algunos trastos, flores a veces, una ventana desde la que alguien toma nota puntual de todo esto, convirtiendo cada apunte en un testimonio de vida. Mas alla, el horizonte, la inquietante lejania. Marfa, Texas es un espacio de infinitud que se abre, como una pequeña casa. Y la casa en la poesia de Coral Bracho esta abierta, nos permite entrar sin pedirnos mas que una apertura semejante. Hay que pasar por ella como quien va, sin llevarse nada, conservandolo todo.