SOLARES, IGNACIO
Prólogo de José Gordon Semblanza por Vicente Alonso Ignacio Solares fue un orfebre. Sus minucias son las pequeñas joyas que fundió a lo largo de años, aquilatando cada palabra y cada sentido. En cada uno de los aforismos, microrrelatos y sentencias aquí compendiados, se ve al novelista que escribía como poeta y al cuentista que supo escanciar ensayos en dos líneas. Con esta obra póstuma -soñada por el autor durante años-, Solares da su primer paso en la inmortalidad.