CLAVEL, ANA V.
"No hay nada más atrozmente cruel que una niña adorada."Todo objeto de deseo se vuelve, en la fantasía, fetiche, y uno de los más fascinantes fetiches de nuestra época es precisamente Lolita. ¿No es acaso la esencia de Lolita una encarnación o sucedáneo del objeto amoroso perdido, de ese inefable placer que nunca se ha de alcanzar? Ana V. Clavel explora tales territorios en busca de los secretos y misterios de esas chiquillas dulces, pero también terribles, según la fuerza del deseo que desanudan.Este ensayo sobre las nínfulas se estructura a partir de cuatro núcleos temáticos. En el primero, "Lolita: fundación de un mito", se abordan algunas peculiaridades en torno al personaje creado en 1955 por Vladimir Nabokov. En el segundo se indagan los antecedentes del arquetipo, con especial atención en Alice Liddell (no tanto la niña en quien se basó el personaje de Alicia en el País de las Maravillas, sino a quien Lewis Carroll fotografió con fascinación) y en Caperucita roja. La tercera sección explora un territorio todavía virgen en la arqueología de las Lolitas: la interioridad de la nínfula. Por último, la cuarta sección analiza algunas de las más destacadas creaciones de nínfulas en artes como la pintura, la fotografía y el cine, en busca del fulgor de la pequeña diosa más allá del estereotipo.Sobre las nínfulas:"El lector debe comprender que, dueño y esclavo de una nínfula, el viajero encantado está, por así decirlo, más allá de toda felicidad, un paraíso cuyos cielos tenían el color de las llamas infernales, pero con todo un paraíso." -Vladimir Nabokov-"Caperucita roja fue mi primer amor. Tenía la sensación de que, si me hubiera casado con ella, habría conocido la felicidad completa." -Charles Dickens-"Carroll quería contar una historia a una niña; la historia divaga, la niña cambia, el Deseo se convierte en el único amo de un espacio que no está orientado por ningún tiempo; mientras tanto, aquel que dio la señal de partida se lamenta y confiesa sus angustias de adolescente viejo y masoquista en versos llorosos." -Hélène Cixous-"El cuerpo de las Ninfas era el lugar mismo de un conocimiento terrible porque era a lavez salvador y funesto: el conocimiento a través de la posesión. Un conocimiento que otorga clarividencia, pero puede también entregar a quien lo practica a una locura peculiar. La paradoja de la Ninfa es ésta: poseerla significa ser poseídos." -Roberto Calasso